sábado, 3 de abril de 2010

Alcalá del Júcar

____
Primavera 2010.

Al-qala`a, expresión árabe que significa "El castillo", derivó en la palabra castellana Alcalá. Sin lugar a dudas, el castillo del Júcar hace honor a su nombre. Excavado en potentes series de piedra caliza, con intercalaciones margosas, el río, en su curso medio, describe numerosos meandros elegidos por los hombres para sus asentamientos.

La fortaleza de Alcalá del Júcar es de estilo almohade (aquellos que surgen en el siglo XII, en Marruecos, como respuesta al intento fallido de los almorávides por revitalizar los estados musulmanes y por frenar el avance cristiano en la península), lo que significa que es de líneas sencillas y austeras, según el estilo de vida de estos nómadas. Otros ejemplos constructivos de este estilo son la Torre del Oro y la Giralda de Sevilla.

Construida entre los siglos XII y XIII, dicen que sus muros albergaron a una preciosa princesa musulmana llamada Zulema, hija de Garadén (cuyo nombre también bautiza a unas cuevas del lugar), que enamorada de un caballero cristiano huyó de la fortaleza para refugiarse de la ira de su padre.

Accesible mediante un puente y una escalera que asciende desde el río, la fortaleza, constituida por un torreón pentagonal irregular con dos torrecillas en sus ángulos rectos, guarda un pequeño patio de armas ajardinado que sobrevuela la hoz del Júcar, ofreciendo una espectacular vista.
La fortaleza fue conquistada por Alfonso VIII, rey de Castilla, hacia 1213 AD., un año antes de su muerte. En 1212 AD., el rey había pedido ayuda a Inocencio III (Comes Signatus) para que convocara una Cruzada y así pudiera evitar perder Toledo y todo el valle del Tajo. A esta llamada respondieron no solo sus súbditos castellanos, sino también el Rey de Aragón, Pedro II el Católico (moriría en 1213 AD., después de haber acudido al auxilio de su pueblo sobre el que también se había proclamado una cruzada, la albigense), Sancho VII el fuerte, y las órdenes militares de Calatrava, el Temple, de Santiago y de Malta.
Posteriormente la zona formó parte del Señorío de Villena, formado durante el reinado de Alfonso X. En la actualidad se puede visitar hasta las 18:00 horas y cuesta 2 euros.
La torre, que está muy reconstruida, guarda en su interior tres plantas con alguna pequeña dependencia y grandes salones. Desde lo alto, entre sus almenas, algunos colores se marcharon de mis dedos, y pude reconocer el verdadero calor de mis manos, como siempre, en la mejor de las compañías. Gracias.

7 comentarios:

Tempus dijo...

Espectaculares vistas y hermosos enclave para otro castillo más en nuestra memoria. Afortunadamente el viento no hizo temblar tu envidiable pulso fotográfico, dando debida cuenta del mágico lugar. Es una pena que la ira se interponga tantas veces en el camino de dos amantes, ¿de qué me suena la historia?
Por la parte que me corresponde, gracias a ti también, fue todo un placer.

Lunatika Lovegood dijo...

Bonito castillo Samael, qué penica no tener dinero y poder comprarlo para vivir en él. Las fotos son muy buenas.

tacáliz dijo...

Tiene un aire curioso con sus casitas blancas ahí metidas.
Me gusta su torreón,aunque es más bonito el mío (sí, yo tengo uno).

Buenas fotos.

(Ahora me has dejado con una duda existencial: en Alcalá de Henares... ¿dónde está el castillo?)

Samael dijo...

En Henares, Tacáliz.

Titivillus dijo...

Estos son los que a mi me gustan, sí señor... enhorabuena y gracias por descubrirnos esta joya albaceteña (no todo iban a ser quesos y navajas).

Barón de Moselle dijo...

Muchas gracias por compartirlo, por la información visual y por la histórica... al verlo me da pena no haberlo podido compartir con vosotros (sobre el terreno).

Samael dijo...

Titivillus! Se acerca el día; hay que visitar a los cretinos.

Eryri